Definir una agenda de actividades permitirá priorizar lo más importante. Lo que no es urgente, puede esperar o ser descartado: por ejemplo, mails o llamadas inesperadas.
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Planificar la jornada
Podrás asegurarte de que las cosas fundamentales no queden sin resolver. Hay que procurar que el orden de las tareas a realizar obedezca a una adecuada jerarquización de objetivos.
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Priorizar
No siempre podemos con todo. Si sos líder o coordinador, no dudes en delegar tareas a otras personas. Y si no lo sos, tampoco está mal pedir ayuda de vez en cuando...
Delegar tareas
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Finalizar lo que se empieza
Siempre que se inicia una tarea, es necesario concentrarse en terminarla. Si la dejamos y arrancamos otra, sólo acumulamos cosas a medio hacer.(Foto: VIX)
Es un buen modo de agilizar: no puedo perder tiempo porque lo necesito para mí. Para eso, se recomienda trabajar en equipos, para facilitar las tareas de todos bajo esta premisa
Valorar el tiempo
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Evitá los compromisos obligados y problemas intrascendentes. Para una mejor administración del tiempo es clave no perder el control ni sobrecargar la agenda
Aprender a decir “no”.
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Un equipo de trabajo funciona de mejor manera y es capaz de aprovechar más el tiempo si existe una buena comunicación entre sus integrantes.
Comunicación
(Foto: IDC)
Para poder tener horas productivas, se necesitan también horas de descanso, pues el organismo y la mente deben regenerarse para funcionar correctamente.
Descanso
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Funciona tanto en los traslados como en las ocasiones en las que hay que buscar segundas opciones para una tarea o una obligación. No debemos dejar que nos sorprendan.(Foto: PsicoActiva)
Caminos alternativos
Sabremos cuáles son los momentos del día en los que somos más productivos, y cuáles son aquellos en los que somos más susceptibles a las distracciones.